EL POEMA



BETLEM
(Glosa de canciones)

“Abrid, alma mía,
La puerta y los brazos.
Vengáis enhorabuena,
Huésped soberano.”
Lope de Vega


I

Duerme la noche de azul-violeta
sobre la tierra cuajada de hielo.
Es la estelada tan clara y tan quieta
como la vida sencilla del cielo.
Una casita en mitad del paisaje
abre su luz de leyenda y milagro
y unos arcángeles de áureo plumaje
velan solemnes el sueño del agro.
¡Quién diría que una choza
es el panal del Amor,
donde la Virgen María
adormece al Niño-Dios!
Está rota la ventana:
abierta como una flor
para anunciar a la noche
que ésta es la Aurora de hoy.
Surge un cometa regando de oro
los arrecidos caminos de Oriente,
y se despierta Jesús con un lloro,
cuando sus rayos le nimban la frente.
¡Qué Vía-Crucis la Madre descubre!
Mas al caer ese llanto en la cuna,
por darle alivio, la paja se cubre
de margaritas radiantes de luna.
Todavía los pastores,
nada saben en Belén,
ni los tres Reyes que Herodes
albergó en Jerusalén.
Pero han de saberlo pronto,
y exclamará su fervor:
¡Quién diría que un establo
es la morada de Dios!

*   *   *









“No lloréis mis ojos:
Niño Dios, callad,
Que si llora el cielo
¿Quién podrá cantar?”
Lope de Vega



II

¡Lágrima de la divina Madre
perla del más hondo mar!
¡Lágrima de los celestes ojos,
lucero de Navidad!

Cuando las santas manos de la Virgen María
hojas tiernas de cáliz, a su Rosa amparaban,
viéndose en su semblante, toda se estremecía
y sus labios oraban, al tiempo que arrullaban.
¡Qué adoración y arrobo! Hasta los ruiseñores
en medio de la noche rompieron a cantar.
Pero viendo un lejano camino de dolores,
la Virgen se esforzaba por no echarse a llorar.

¡Lágrima de la divina Madre,
nota furtiva del mar!
¡Perla de mejilla celeste,
lucero de Navidad!


*   *   *




III


A la gala, gala
de la Nochebuena,
presto vendrán todos
con música y fiesta.

Esta noche las fieras no aúllan,
y el rumor de las fuentes es lento
como el leve pisar las praderas
de las plantas sumisas del viento.

Late un ansia de nuevas canciones
y la tierra presiente la luz
de las múltiples resurrecciones
que saldrán de la voz de Jesús.

En la paz de esta noche tan santa
se hacen miel los instintos agrestes,
y la Virgen al Niño amamanta
custodiada por coros celestes.

A la gala, gala
de la Nochebuena,
mi Jesús tiene sueño
¡bendito sea!







Juan Gutiérrez Gili (Irún 1894- El Brull1939)
BETLEM forma part del llibre de poesies  Fulguración II
Publicat a  ANTOLOGIA, Obra publicada e inédita
Ediciones Rondas, 1975,  Barcelona



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